Una campaña de artistas en Change.org, de la que se hizo eco este diario, llamó la atención del gobierno de la Ciudad que ha iniciado su restauración. Ahora falta darle un destino que le devuelva su "memoria de tango"
Clausurado y abandonado desde hace varios años, este chalet vecino al Jardín Japonés, llamado "El Tambito", estaba en peligro de ruina y destrucción, a la merced de roedores y palomas y con signos ya visibles de decadencia. Algo insólito en Buenos Aires, si consideramos que se trata del último local que queda en pie de lo que constituía el circuito tradicional del tango en Palermo, junto con los también míticos café Hansen y el Velódromo.
Es por esta razón que el músico Antoliano Rojas lanzó una petición por Change.org que reunió el apoyo de artistas destacados como Adriana Varela, Nacha Guevara y Hugo del Carril. También adhirieron la historiadora Ema Cibotti, el pintor e historietista Enrique Breccia, el cantante Axel y la productora Nazarena Vélez.
La campaña de recolección de firmas en Change.org fue difundida a través de Infobae y el resultado no se hizo esperar.
Desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad dieron un primer paso, que es la construcción de un muro perimetral en torno al chalet para protegerlo con miras a iniciar las tareas de restauración. Sin embargo, fuentes del organismo dijeron que aún no se ha decidido el uso que se dará al Tambito luego de su restauración.
Es por ello que la campaña debe seguir, hasta que al lugar "se le devuelva su memoria de tango", dijo Rojas a Infobae, destinándolo ya sea a museo, a recitales, o a una combinación de ambas cosas. "Podría volver a ser un ser un lugar de tránsito de músicos de tango, y específicamente de tango instrumental, que era el que se hacía allí", sugirió Rojas.
Sería triste que, en la ciudad que vio nacer a un género que hoy es marca argentina en todo el mundo, no se valorizara al Tambito desde el punto de vista de su bagaje histórico y cultural.
La Unesco incluyó al Tango en el "Patrimonio Inmaterial de la Humanidad". El Tambito debe tener un destino a la altura de esa distinción.
Ema Cibotti, directora de la Carrera de Historia en el Centro Educativo del Tango de Buenos Aires (CETBA), y una de las promotoras de esta campaña, celebró la decisión: "Que las autoridades hayan escuchado el reclamo e iniciado obras para restaurar el Tambito es auspicioso y sobre todo necesario para cumplir con el compromiso ante la Unesco de salvaguardar el patrimonio inmaterial del tango. No está de más recordar la obligación que asumieron de restaurar, proteger y promover los lugares de tango de la ciudad que son sitios de la memoria porteña, una memoria que por la reacción suscitada está muy viva".
Además del compromiso con la Unesco, está la propia ley argentina. Antoliano Rojas recuerda que existe tanto una norma nacional como porteña por la que las autoridades se comprometen a promocionar el tango.
La ley 24.684 del año 1996 declara al tango parte del patrimonio cultural argentino y le da al Poder Ejecutivo la facultad de otorgar exenciones impositivas y preferencias aduaneras para todas las actividades que tengan por finalidad la promoción y difusión de este género musical.
La legislatura de la Ciudad sancionó su propia ley poco después, en 1998, que también tiene por finalidad la promoción y difusión de todo lo relacionado con el tango, en tanto patrimonio cultural porteño
El artículo 7º de la ley establece por ejemplo que "el Gobierno de la Ciudad promoverá especialmente el valor turístico del Tango". Y el 8º es aun más pertinente: "El Gobierno de la Ciudad debe garantizar la intangibilidad del patrimonio cultural del tango, en lo que respecta a emplazamientos arquitectónicos y urbanísticos emblemáticos".
En consecuencia, no existe excusa ni argumento alguno para no volver a destinar al Tambito a la actividad por la cual ocupa un lugar en la historia tanguera.
Por el circuito palermitano que conformaban el Hansen, el Velódromo y el Tambito -locales entre cantina, salón de baile y lupanar-, circulaban orquestas y cantantes desde los primeros tiempos del nacimiento de este género, a fines del siglo XIX. De los tres, sólo el Tambito queda en pie...
Para firmar la petición, cliquear aquí: Salvar al Tambito.
Claudia Peiró / Infobae
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