miércoles, 11 de mayo de 2011

Descubren una nueva especie de lagarto y científicos crean otra especie capaz de autoreproducirse

Una especie de lagarto, sin ojos ni patas y similar a un gusano, fue descubierta en Camboya por un zoólogo, publica la más reciente edición de la revista Zootaxa.

Denominada lagartija ciega Montaña Dalai (Dibamus dalaiensis), por el nombre de la montaña en la que fue hallada, el ejemplar tiene características análogas a las serpientes.

El autor del estudio, el camboyano Neang Thy, lo describe como lagarto que evolucionó para vivir bajo tierra. Por estas razones perdió sus patas para poder moverse, destacó.

Estudioso de la fauna de reptiles de su país, el investigador explicó en su artículo cómo halló el animal al voltear un tronco. Al principio pensé que era una especie común, pero después me di cuenta que no había visto nunca algo similar.

En alusión al hallazgo, Jenny Daltry, del Ministerio de Medio Ambiente de Camboya y miembro de Fauna y Flora Internacional, destacó que esta especie no tiene lengua bífida, a diferencia de las serpientes.

La mayoría de esos reptiles solo tiene un pulmón, mientras que los lagartos tienen dos, explicó la especialista.

ocs/alb



Una nueva especie de lagarto capaz de auto reproducirse fue desarrollada en laboratorio por un equipo de investigadores estadounidenses, destaca la más reciente edición de Proceedings of the National Academy of Sciences.

Tras aparear dos especies distintas, los científicos lograron que todos los nuevos ejemplares híbridos sean hembras fértiles, detallan los autores, del Instituto Stowers de Investigación Médica en Kansas.



Sus huevos son capaces de duplicarse a sí mismos, o sea, mediante la partenogénesis, una forma de reproducción basada en el desarrollo de células sexuales femeninas no fecundadas.

En otras palabras, el óvulo se convierte en embrión sin ser fertilizado, detallan los investigadores.

Para lograr la nueva especie, el equipo fecundó un macho de A. inornata con una hembra de A. exsanguis, unión que dio lugar a seis huevos. Al nacer las crías todas eran hembras y las descendencias de estas también se reprodujeron de la misma manera, describen en su artículo.

Este proceso se llevó a cabo hasta llegar a la cuarta generación, precisan.

Aunque existen experiencias anteriores sobre el desarrollo en laboratorio de embriones sin la presencia masculina, la peculiaridad de este estudio es que la descendencia es capaz de sobrevivir en la naturaleza, explican.

Para Peter Baumann, autor principal del estudio, la nueva especie debería recibir nombre y clasificación.

mem/alb

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