sábado, 25 de junio de 2011

La ciencia se acerca a la creación de un páncreas artificial

Investigadores estadounidenses están cerca de desarrollar un "páncreas artificial", un largamente esperado sistema de sensores de glucosa que puede proporcionar insulina a los diabéticos, imitando la función de un órgano verdadero.

Los dispositivos han estado en desarrollo durante más de tres décadas, pero los legisladores y defensores del tratamiento de diabetes están aumentando la presión y esta semana las autoridades estadounidenses definieron un marco regulador para la versión preliminar del aparato.



Aunque un dispositivo perfecto que lea el nivel de azúcar en sangre y automáticamente administre la dosis correcta de insulina está aún a años de su uso comercial, los resultados presentados esta semana ante la Asociación Estadounidense de Diabetes en San Diego muestran un gran potencial.

En uno de ellos, los investigadores de la Universidad de Boston y el Hospital General de Massachusetts probaron un sistema que usa el supervisor continuo de glucosa FreeStyle Navigator de Abbott Laboratories y dos válvulas de insulina de Insulet, todo controlado por un ordenador portátil.

El sistema, diseñado para imitar el mecanismo natural del cuerpo que controla los altos y bajos niveles de azúcar en sangre, era lo suficientemente ligero como para permitir a adultos con diabetes tipo 1 caminar alrededor del hospital y ejercitarse en bicicleta.

Al final de un estudio de 51 horas, que incluyó ejercicio diario, dos noches y seis comidas -todas las cuales afectaban los niveles de azúcar en sangre- seis pacientes tenían un nivel de glucosa normal, en el rango de 140, acercándose a una lectura A1c de cerca de 7.

"Esto es muy bueno. Es lo que llamamos el nivel cercano a glucosa normal en sangre", dijo el doctor Steven Russell, del Hospital General de Massachusetts, en Boston, que ha estado desarrollando el sistema junto a Edward Damiano, un ingeniero biomédico de la Universidad de Boston.

En otro estudio, un equipo de la Clínica Mayo instaló en pacientes dispositivos llamados "acelerómetros", que detectaban los movimientos, y descubrieron que incluso un nivel moderado de ejercicio influía en la glucosa.

El equipo, liderado por Yogish Kudva incorporará esta información a un sofisticado sistema de software que actúa como "cerebro" de un sistema de páncreas artificial, analizando el azúcar en sangre y calculando cuándo necesitan los diabéticos una dosis de insulina.

El equipo planea comenzar un ensayo clínico con el sistema este mismo año o a comienzos del próximo, dijo Kudva.

Los denominados sistemas de "circuito cerrado" -en los que un ordenador calcula la dosis de insulina de una persona y la inyecta automáticamente a través de una válvula- están muy lejos de la versión inicial de un páncreas artificial creado en la década de 1970, dijo el doctor Aaron Kowalski, de la Fundación de Investigación de Diabetes Juvenil, o JDRF.

"El problema es que antes tenía el tamaño de un frigorófico", dijo Kowalski, que supervisa el Proyecto de Páncreas Artificial del grupo, una iniciativa de miles de millones de dólares destinada a acelerar los progresos para desarrollar un sistema automático de "circuito cerrado".

Reuters

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