viernes, 4 de mayo de 2012

Hallan en Río Negro un fósil de Margarita de 47 millones de años

La jefa del área paleontología del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN-CONICET), Viviana Barreda, indicó a la Agencia CTyS que “este hallazgo permite saber que esta familia que está distribuida en todo el mundo en la actualidad, ya estaba presente en Patagonia hace casi 50 millones de años, donde posiblemente tuvo su punto de origen”.

El fósil fue encontrado en la provincia de Río Negro, a unos 30 metros sobre el nivel del  río Pichileufú, dentro de formación Huitrera. “Es una localidad fosilífera que cuenta con una flora muy diversa y conocida, y excelentes condiciones de preservación, porque las plantas quedaron depositadas en condiciones de poca oxigenación, en un ambiente pantanoso que permitió que se conservarán durante millones de años”, indicó la especialista del MACN.

La margarita ancestral descansa en el Museo de Bariloche. “Su hallazgo es extraordinario”, expresó la doctora María Cristina Tellería de la Universidad de La Plata. Y agregó: “En los sedimentos es frecuente encontrar polen fósil ya que su cubierta es muy resistente al paso del tiempo, pero en este caso se halló la flor fosilizada y en un muy buen estado de conservación”.

Según comentó Viviana Barreda, autora principal de los artículos publicados en Science y Annals of botany, no hay otro registro fósil tan antiguo en el mundo, por lo que este descubrimiento permitió evaluar la posibilidad de que el origen de este grupo de plantas con flores (Asteraceae) sea anterior a lo que previamente se pensaba.

Posiblemente, su origen tuvo lugar en la Patagonia, en un momento en que América, Australia y Antártida comenzaban a separarse producto del desmembramiento del supercontinente llamado Gondwana.

El polen, una curiosa cédula de identificación
Parte de la investigación consistió en determinar a qué grupo actual de margaritas se asemeja la flor fósil encontrada. “En líneas generales, las distintas especies vegetales tienen un tipo de grano de polen que las caracteriza, por lo cual, dentro de ciertos límites, se pueden usar esas particularidades como un carné de identidad”, explicó la investigadora Cristina Tellería.

La palinóloga comentó a la Agencia CTyS que la cubierta del grano de polen está compuesta por una de las sustancias más resistentes de la naturaleza, llamada esporopolenina, que hace posible su preservación en sedimentos de millones de años.

En esta ocasión, lo que hicieron los científicos fue tomar los granos de polen del sedimento que rodeaba a la flor fosilizada, para compararlos con el polen de distintos representantes actuales de la familia de las margaritas.

Al respecto, la doctora Tellería explicó que “con el buen estado de conservación que tenía esta flor, no era raro pensar que podía haber polen en el sedimento que la rodeaba”.

“Afortunadamente, fue posible observar la escultura y la estructura interna de la pared del polen, y también las aperturas germinales. Todos estos caracteres son claves para su identificación”, agregó.

Los investigadores realizaron una reconstrucción en la que se aprecia cómo fue esta margarita antigua, la cual fue publicada en Annals of botany, y también indicaron cuál es la margarita actual que más se le parece.

Fuente: Agencia CTyS.

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