Además de los colores brillantes y el aroma, las flores emiten señales eléctricas para atraer a las abejas, descubrieron investigadores de la Universidad británica de Bristol.
Explican los científicos en la revista Science Express que las plantas se encuentran cargadas negativamente y los campos eléctricos que emiten son débiles, mientras las abejas tienen una carga positiva de 200 voltios cuando vuelan.
Esto hace que se produzca una pequeña fuerza que atrae al insecto hacia la flor, un aviso de que pueden encontrar abundante néctar.
Los científicos mostraron cómo funciona ese mecanismo al colocar electrodos en el tallo de petunias. Cuando un abejorro se posa, el potencial eléctrico de la flor cambia y permanece inalterable por algunos minutos.
Pero las abejas no se desgastan en cualquier planta, pues pueden distinguir entre los diferentes campos magnéticos y libar en la que les conviene.
Posiblemente eso lo logren porque los abejorros peludos pueden percibir la fuerza electrostática de la misma forma que el cabello es atraído por la pantalla de un televisor.
jf/mor
jueves, 28 de febrero de 2013
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