Se pensó durante años que este animalito aún sin nombre era una variedad conocida, pero investigadores de la Universidad de California, en los Angeles, se percataron que su croar era distinto al de otras ranas leopardos.
Pruebas de ADN realizadas al anfibio respaldaron la hipótesis de los científicos, cuyo trabajo recibió el apoyo de la National Science Foundation (NSF) una agencia gubernamental estadounidense.
Para los biólogos resultó sorprendente hallar la nueva especie de rana leopardo en estanques y pantanos de una urbe como Nueva York.
El batracio fue identificado en Manhattan y sus alrededores, así como en un perímetro limitado en el estadio de los Yankees, en la zona del Bronx, indicaron los expertos en la revista Molecular Phylogenetics and Evolution.
"Numerosos anfibios son difíciles de encontrar, pero estas ranas son bastante evidentes. Esto muestra que en la mayor ciudad de Estados Unidos todavía hay especies por descubrir", señaló el autor principal del estudio, Brad Shaffer.
rc/mor
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