Un equipo de científicos descubrió los mecanismos que intervienen
para que los búhos puedan girar su cabeza casi por completo sin morir
estrangulados.
Esto es posible por su sistema vascular y su estructura ósea, lo que
protege a los vasos sanguíneos de posibles daños y mantieneninalterable
el flujo sanguíneo, señaló Philippe Gailloud, de la Universidad Johns
Hopkins, quien analizó cadáveres de esas aves.
Como los ojos de los búhos se encuentran fijos en el cráneo están obligados a virar la cabeza para extender su visibilidad.
Aunque estos animales tienen 14 vértebras, el doble de cualquier ser
humano, lo que permite que su cabeza rote 270 grados es la forma en que
se encuentra conformado su sistema circulatorio, su principal
particularidad.
El hallazgo más importante para el equipo es la
presencia de amplios segmentos en las carótidas debajo de la base del
cráneo que tienen la capacidad de dilatarse y albergar depósitos de
sangre.
"Probablemente es una manera de acumular sangre y de
obtener continuidad en el flujo, incluso si se produce alguna
interrupción abajo", dijo Gailloud.
A diferencia de los humanos
que tienen las venas carótidas al lado del cuello, en los búhos se
hallan enfrente de la columna vertebral.
Dicha característica no
es propia de estas aves solamente, también otras lo tienen, pero sí
constituye una peculiaridad que sus arterias vertebrales dispongan de un
espacio extra.
Estos pájaros poseen sacos de aire que los hacen
más ligeros y que usan dentro del canal óseo y así amortiguan el vaso
sanguíneo, explicó Gailloud.
Entre las arterias carótidas y
vertebrales tienen pequeños vasos conectores que facilitan a la sangre
encontrar vías alternativas si algunas de las principales del flujo
sanguíneo se obstruyen al girar la cabeza.
rmh/mor
martes, 5 de febrero de 2013
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