Según Mike Brown, del Instituto Tecnológico de California (Caltech) y del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), el agua no se encuentra aislada como se pensaba, pues existe un intercambio químico con la superficie, lo cual hace que el océano sea más rico.
La retroalimentación entre el agua y el suelo es importante por las posibilidades de vida allí, precisó el autor principal del estudio.
Se cree que el líquido cubre casi toda la luna Europa con aproximadamente 100 kilómetros de espesor bajo la delgada capa de hielo.
Durante mucho tiempo los científicos han debatido sobre la composición del satélite, pero ahora con la ayuda del telescopio Keck II en Mauna Kea, Hawai, y el espectrómetro Osiris, ha sido encontrada una característica espectroscópica que indica la existencia de epsomita, una sal de sulfato de magnesio.
Esta pudo formarse por la oxidación de un mineral que probablemente se originó en el océano.
Los astrónomos creen que la composición del agua en la luna Europa se asemeja a la de los océanos de la Tierra.
Esta luna ha concentrado la atención de los científicos porque se cree que es un objetivo fundamental en la búsqueda de vida fuera de la Tierra.
lac/mor
0 comentarios:
Publicar un comentario
Escriba aquí su opinión o comentario.