La última máquina de escribir del Reino Unido salió este martes de
una fábrica de Gales y reposará desde ahora en el londinense Museo de la
Ciencia, informó hoy el diario Mirror.
De acuerdo con la fuente, el país europeo decidió dejar de producir los
populares aparatos, previos a la revolución informática, debido a la
drástica caída de la demanda a nivel nacional.
El último
ejemplar salió de una planta de la empresa estadounidense Brother,
ubicada en Wrexham, en el norte de Gales, que abrió sus puertas en 1985 y
hasta la fecha ha producido cinco millones 900 mil máquinas de
escribir.
Esos aparatos aún ocupan un lugar especial en los
corazones de la gente, y debido a eso y a su importancia histórica en el
negocio de la comunicación, creímos que buscarle un hogar en el Museo
de la Ciencia sería un tributo adecuado, explicó Phil Jones, responsable
de la filial británica de Brother.
Esta pieza representa el fin
de una tecnología que ha funcionado durante 130 años y ha sido
importante para muchas vidas, este modelo nos permitirá explicar la
historia de cómo la tecnología ha evolucionado para satisfacer nuestras
necesidades comunicativas, dijo Rachel Boon, comisaria del museo.
Aunque la producción en el Reino Unido se detuvo, la Brother anunció
que seguirá construyendo máquinas de escribir en sus fábricas asiáticas
para el mercado estadounidense.
La primera máquina de escribir
conocida fue inventada en 1830 por William Burt, aunque su éxito
comercial no llegó hasta la década de 1870 cuando Christopher Sholes y
Carlos Glidden firmaron un acuerdo con la compañía Remington para
producirlas masivamente.
lac/mar
miércoles, 21 de noviembre de 2012
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